CRISTIAN SAINZ “Reírse sin ganas es bueno para todos”.

CRISTIAN SAINZ

EN POCAS PALABRAS:

Informático, esquiador, conferenciante motivacional y cocinero. Ciego desde los 18 años.

 

DATOS PERSONALES:

Madrid, 1969 (52 años).

 

Conferenciante de Helpers Speakers

ALEJANDRA

VALLEJO

Biografía

-Su primer contacto con la cocina fue de niño, tras un viaje a Francia para visitar a su abuela, llegó a España con ciertas ínfulas “foodies” y le dijo a su madre que vaya tortilla que le había puesto…”esto no es ni tortilla ni francesa, la próxima me la hago yo”.

-A los 18 sufrió un accidente de tráfico donde perdió la vista.

-El coche en el que
Viajaba dio varias vueltas de campana.
Sus dos pasiones, la cocina y la Informática, quedaron a oscuras. Rabia, miedo, impotencia… Pero consiguió perdonarse.

-Medio año hospitalizado. Cuando le iban a ver los amigos él no perdía la sonrisa, quería que estuvieran con él por quién era, no por pena. Sus amigos siempre han tirado de él y le han hecho superarse tratándole como antes del accidente incluso puteándole.

-Le gustaba una chica antes del accidente. Ella empezó a quererle en esa época, le regaló flores y entonces él empezó a quererse un poco más también.

-Viajó por todo el mundo buscando un tratamiento.

-Tras más de 20 operaciones asumió que la situación era irreversible y decidió aprender a convivir con ello.

-Ha hecho varios viajes interiores: Lourdes, India, Nepal… Después de un viaje a Lourdes comprendió que había gente mucho peor que él y dejó a un lado el victimismo y aceptó la situación.

-Se marchó solo a la India para demostrarse que era capaz (con 20 años).

-Tras la reeducación en la ONCE, consigue aprender a ser independiente y estudió Informática. Maratón emocional: desafíos, época mágica de logros, también alguna frustración, miedo…Tiempo de rehabilitación exprés.

-Un día, al salir de la ONCE se agarró un transeúnte parado en un semáforo para que le cruzase. No se movía, y al preguntar…resulta que también era un ciego y esperaba lo mismo, a que le cruzaran a él… Todavía se están riendo.

– Le consulta al médico, le dice que quiere hacer deporte, ¡le parece una magnífica idea! Le pregunta si puede esquiar…Afortunadamente no puede ver su cara.

-Su madre y su hermano le leían una y otra vez los libros de Informática.

-Cristian, que nunca había sido un buen estudiante, fue el mejor de su promoción. Recuerda con una sonrisa escuchar a sus compañeros repetir una y otra vez: “joder con el ciego”.

-Formó parte del Equipo Paralímpico de España de esquí y logró su sueño de ir a los Juegos Paralímpicos de Nagano 98. Fue el abanderado del equipo español.

-Una caída le alejó de una medalla segura en Los JJOO. Quiso quedarse a hacer turismo en Japón y la organización se lo impedía “por si le pasaba algo”. Sé quedó bajo su responsabilidad, pero también abandonó el esquí.

-Pasión por la cocina: Ha participado en numerosos programas de televisión (Master Chef Celebrity 3, Top Chef…).

-Ha llegado a ser imagen de Disney: la prensa le bautizó “El Ratatouille español”.

– Ganó el concurso (una cata “a ciegas”) de Telva de Cocina con la receta: nidos de sorbete de foie con huevo de codorniz escalfado.

– Tiene un blog que se llama “Cierra los ojos y abre la boca”.

-Abrió su propio restaurante: “Catranius” (compaginándolo con el trabajo a jornada completa en la ONCE). Se convirtió en el único chef invidente.

-Especialista en quesos. Afición que viene por su madre, que es francesa.

-Es el director de Innovación en la ONCE. Trabajo exigente y de mucha responsabilidad…El mayor desafío sigue siendo llegar cada día a la oficina. Es como una gymkana coches aparcados donde no deben, aceras en obras…

-Son muchos años los que le unen ya a Microsoft en el desarrollo de tecnologías para mejorar la accesibilidad de personas con discapacidad.

-En los años 90 fue el único español seleccionado para ir a EEUU y trabajar en un Windows accesible para los ciegos de todo el mundo.

-Cuando cumplió 50 años, celebró un cumpleaños por todo lo alto y cocinó para 60 personas.

-“Limita más que una discapacidad la incapacidad para aceptar”.

-“La única limitación en la vida es la que se impone uno a sí mismo”.

-“Mucha gente se acerca a mí en busca de consuelo y siempre les digo lo mismo: el victimismo destruye, el pasado es como un agujero negro que te absorbe si te asomas demasiado. Hay que encontrar la motivación y las palancas emocionales para salir de allí cuanto antes. Marcarse pequeños hitos, metas alcanzables que te permitan avanzar y seguir creciendo. Dejar de ver las cosas como son para empezar a verlas cómo podrían ser. Yo lo hice y, desde entonces, sólo he intentado vivir mi vida lo más parecida a como era antes del accidente. Sin heroísmos y con una humildad absoluta, os lo aseguro. De verdad que me abruma cuando escucho que estoy redefiniendo la palabra imposible o cosas así. ¿Qué he aprendido a lo largo de estos años? Que todos somos al mismo tiempo víctimas y responsables de nuestra propia vida donde la única limitación en la vida es la que se impone uno a sí mismo. Uno sólo es incapaz si se siente así y, por encima de todo, la vida puede cambiarnos a todo en un instante”.

-“Las cosas son como son, tanto si las entiendes como si no, perder energía en lamentarse no es productivo para nadie”.

-“El miedo siempre es más grande que el monstruo”.

-“Reírse sin ganas es bueno para todos”.

-“Los sueños no son transferibles, uno ha de luchar por ellos con todas sus fuerzas y todas sus debilidades”.

– “Quise acaparar demasiado abriendo el restaurante y compaginándolo con el trabajo en la ONCE. Me exigí mucho y la ansiedad y el estrés empezaron a pasarme factura y a afectar a mi entorno. Mi trabajo en la ONCE era-es muy exigente y alienante. Sobrevino la crisis y soy de los que piensan que es mejor dejarlo un día antes que un día después. Ya no tenía que demostrarle nada a nadie, yo había cumplido mi sueño” (cuando cerró el restaurante).

-“Todos somos al mismo tiempo víctimas y responsables de nuestra propia vida”.

-“En cualquier momento puede venir una adversidad, pero de ti depende cómo gestionarlo”.

-“Siempre hay que vivir hacia delante”.

-“No permitas que el miedo te paralice. No te quedes a oscuras, la próxima oportunidad lleva tu nombre”.

-“No vivimos a la altura de nuestras capacidades sino de nuestras creencias”.

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Te invitamos a un viaje ÚNICO, en el que a través de las vivencias de Miguel Ángel Tobías, puedas experimentar sensaciones y emociones, que te lleven a la reflexión y a la acción.

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